Preparados para viajar con nuestro bebé

Llegan las vacaciones y serán las primeras que pasaremos con nuestro recién llegado bebé, lo que las convertirá en toda una experiencia que, así a voz de pronto, puede resultar todo un trauma para los nuevos padres. Uno hace muchos planes con la alegría del nuevo miembro de la familia, pero hasta que no falta poco para la salida y empiezas a pensar en todo lo que te es necesario, no te das cuenta en realidad del tremendo lío en que te has metido, y puedes llegar a pensar que quizá este merecido descanso en familia no sea tan maravilloso como lo pensaste en un principio.

Pero no desesperes, porque los avances del mundo moderno cada vez hacen más fácil viajar con niños pequeños. Lo primero, cómo no, es la seguridad al volante, y la de los bebés no es algo que deba dejarse al azar. Debemos informarnos sobre cuáles son las sillas infantiles más seguras, y cuáles se adaptan mejor a su edad, su peso, e incluso sus gustos, pues dentro de las homologadas y que siguen la legislación las hay de muchos tipos y modelos. Por supuesto, no dudes en asesorarte todo lo que necesites, sobre todo si el viaje es lo bastante largo para hacer varias paradas, lo que es aconsejable si dura más de dos horas para poder refrescarte y descansar.

Otro punto a tener en cuenta es la comodidad, y la ropa bebé que elijamos para ellos es también importante, pues no debemos olvidar que deben pasar mucho tiempo en la misma postura, y su percepción del frío y del calor es un poco diferente a la nuestra. En las tiendas de ropa infantil hay muchos modelos de diferentes manufacturas, y es recomendable elegir los más frescos si vamos a viajar en verano, pero siempre teniendo en cuenta que sea fácil añadir o quitar prendas para ir adaptándonos a sus necesidades cada vez que veamos que su temperatura temporal sube y baja y los hace estar incómodos.

Por supuesto, no debemos olvidarnos de la alimentación y la hidratación del bebé en este viaje. Si el pequeño es un lactante y toma leche de su madre, está claro que sólo hay que asegurarse de que ella esté cerca, por si tuviera hambre o simplemente se sintiera incómodo, nervioso o sediento, y necesitara ser amamantado; si no toma leche materna, o ya es más mayor para tomar algún otro alimento, hay que buscar otras opciones. Aquí no hay tanto problema, son muchos los lugares donde poder conseguir estos alimentos, desde grandes superficies hasta tiendas especializadas, incluso en las farmacias del barrio; estas últimas opciones puede que no resulten tan económicas poco el supermercado o el hipermercado, pero sin duda su personal podrá asesorarte mucho mejor sobre lo más indicado para alimentar al bebé según su peso y edad, e incluso cómo conservar y proporcionar estos alimentos de la forma más eficaz.

Quizá también quedaría la cuestión de dónde y en qué condiciones deberíamos pasar estos días de vacaciones, teniendo en cuenta las limitaciones a las que obligan llevar un niño pequeño con nosotros. Puede que nos guste la aventura y el turismo extremo, pero quizá un camping en sitios de geografía o clima extremos no es lo más adecuado. Si elegimos un hotel o un apartahotel, es importante fijarnos si realmente tiene algunos servicios y comodidades para los bebés, como cunas o servicio de guardería o niñera, y también instalaciones adecuadas para poder disfrutar con ellos. Si alquilamos piso a algún particular, debemos informarnos también si tienen ascensor, aire acondicionado, aparcamiento cercano, o si el domicilio se encuentra en una zona ruidosa o a la que se suele ir de marcha los fines de semana; el que nuestro bebé encuentre toda clase de dificultades para estar cómodo y dormir y descansar adecuadamente puede ser una losa en el disfrute de esas vacaciones, cree lo que te digo…

Mamá guapa, mamá feliz

Dicen que no hay mujer a la que su reloj biológico no le pida ser madre, y que pensar otra cosa sería anti natural. Bueno, la verdad yo no lo tengo tan claro, quiero decir, no creo que haya que pensar que una mujer tiene alguna tara psicológica por no desear ser madre en algún momento de su vida; lo que sí puede asegurar es que, una vez que lo decide, a esta mujer nadie puede impedirle reproducirse y sentir en sus propias carnes la dulce espera.

Bien, esa dulce espera, en ocasiones, no es tan dulce como desearíamos, aunque todas las mujeres estemos de acuerdo en que el resultado, el tener a nuestro hijo o hija en los brazos, merece todas y cada una de las molestias que podamos llegar a sentir en esos 9 meses de embarazo. Algunas, por no decir todas, se escapan a nuestro control y no está en nosotras impedirlas; pero, si lo piensas, sí que podemos hacer algo para mejorarlas, o por lo menos para hacerlas más llevaderas.

Así que, si alguien piensa que pensar en el aspecto físico de una mujer durante el embarazo es una cosa frívola, deja que le diga que está muy equivocado. Las hormonas durante es estado de gravidez hacen mucha magia, casi tanto como dan la lata, jeje; es cierto que la piel y el cabello brillan, crecen con más rapidez las uñas y el pelo, y gente muy romántica te dirá que te rodea como un aura celestial… Muy bien, pero la realidad es que los cambios físicos exteriores que experimentan las embarazadas no siempre son tomados con buen humor, y la ganancia de peso y la pérdida de las curvas desde luego afectan tarde o temprano, en mayor o en menor medida.

Y como digo, no se puede evitar, aunque sí intentar aminorarlo en la medida de nuestras posibilidades. Por eso, las tiendas pre-mamá se han convertido en algo realmente importante durante la época del embarazo, pues han dejado de ser simples comercios de ropa para embarazadas a especializarse completamente en la etapa de la maternidad. No sólo se dedican a la venta: ahora, te asesoran, te buscan los modelos que mejor te quedarán, y tienen en cuenta factores como la moda, la comodidad, los gustos personales… Todo un compendio que hace que las mujeres vuelvan a confiar en sí mismas y a sentirse atractivas, porque estar embarazada no tiene por qué ser un sinónimo de ser un coco, ni mucho menos.